Una boda con vistas al mar

UNA BODA CON VISTAS AL MAR

Desde Canadá llegaron Marisa y Victor, una pareja muy ligada a nuestra tierra ya que sus orígenes familiares proceden de una preciosa localidad costera cercana a Barcelona.

El lugar para celebrar el enlace no podía ser más acertado: una masia rural situada en la localidad de Sitges y cuyo origen data del siglo XIV. Este fue el sitio elegido para el comienzo de su vida juntos.

La Masía, situada enfrente al mar tenía unas vistas arrebatadoras que conformaban un marco increíble para que nuestra pareja se diera el sí quiero.

Marisa nos supo guiar desde el principio y nos transmitió a la perfección cuáles eran sus ideas y deseos.

Los colores elegidos para toda la celebración fueron el blanco y el granate, que se fueron repitiendo en todos los elementos que componían la decoración de la boda.

Para Marisa, diseñamos un ramo de novia acorde con su elegancia, una garba de callas blancas y granates con mucha personalidad. Para sus damas de honor, pequeñas garbas con callas blancas, en contraste con sus vestidos granates.

La ceremonia la vestimos con un precioso arco muy verde y natural con flores en tonos granates y rojos con un toque de flores color salmón. El azul intenso del mar conformó el fondo sobre el que los verdes, rojos y granates contrastaban y resaltaban.

La lluvia no nos permitió disfrutar del enlace al aire libre y fue necesario improvisar un plan B para protegernos del agua. Sin embargo la lluvia lejos de arruinar un momento inolvidable, lo hizo único. El ruido de las gotas de lluvia sobre la vegetación y el aroma característico de la lluvia en un entorno natural, quedarán grabados en la memoria de los novios y de los invitados. Al ver sus miradas quedaba claro que la boda había sido un éxito y que nada podía empañar este momento de felicidad.